El advenimiento de un recién nacido es un suceso extraordinario en la familia. Da lugar a múltiples emociones, desde una gran alegría y enormes expectativas, hasta la necesidad de cimentar previsiones diversas. En los primeros días del arribo del recién nacido los sentimientos suelen entremezclarse y sobrevienen singulares experiencias afectivas a gran velocidad.
Por un lado la alegría de tener un nuevo miembro en la familia, por el otro la responsabilidad de cuidarlo y ofrecerle lo mejor, tanto desde el esfuerzo, el conocimiento y el cariño.
La familia debe adquirir confianza en el propio sentido común, y en la capacidad de asistir apropiadamente al recién nacido, de disfrutar de cada avance, de cada sonrisa, de cada nuevo paso en el desarrollo del niño (o niña; que de aquí en adelante se referirá genéricamente como niño).
La pediatra Mara Cerqueiro Bybrant puede compartir este camino tan significativo con la familia; el sendero de una sana nutrición para un buen desarrollo y crecimiento, y para evitar alergias, proporcionando asistencia profesional e información para la prevención de enfermedades y accidentes, y dando el seguimiento apropiado para descartar o detectar prematuramente posibles problemas de salud o enfermedades.
Las pautas previstas en el esquema de seguimiento que la doctora Mara Cerqueiro Bybrant recomienda, establecen previsiones más amplias que las que ofrece la salud pública o la asistencia sanitaria escolar. Dicho esquema se basa en lo recomendado internacionalmente por las asociaciones de pediatría. De cualquier forma, una consulta de seguimiento del niño sano también puede hacerse a cualquier edad pediátrica.
El programa del seguimiento del niño sano de la médica Mara Cerqueiro Bybrant destaca varias perspectivas importantes de previsión pediátrica basadas en su familia y en el niño: primordialmente en su salud, en su desarrollo y condiciones de vida, el cumplimiento de la declaración universal de sus derechos, incluyendo el derecho a la igualdad, sin distinción de raza, religión, nacionalidad o diferencia de género, y los cambios en el desarrollo social. Asimismo, la ética médica permanece firmemente consolidada en todo momento del ejercicio profesional.
El programa pone de relieve la importancia de:
- Crear un encuentro con la familia para promover la salud ;
- Hacer que el niño (cuando sea capaz) y los padres participen en las decisiones;
- Evaluar los factores protectores y los de riesgo para la salud del niño;
- Trabajar en equipo y colaborar con otras áreas y especialistas;
- Reconocer y prestar apoyo a los niños y las familias con mayores necesidades.
Por lo cual además del seguimiento de la evolución de peso y talla (gráficas de crecimiento según estándares óptimos para la población), y la vigilancia del desarrollo físico, socioemocional, de comunicación y cognitivo (basado en la prueba de Denver II), la pediatra también evaluará apropiadamente otros temas a tener en cuenta (por ejemplo: alimentación, higiene, sueño, conducta y atención, tiempo frente a las pantallas, etcétera), y a las edades oportunas dará la recomendación de recurrir a competencias adyacentes como la odontología y la oftalmología, y en caso necesario a la logopedia, fisioterapia o la psicología. Asimismo tomará todas las previsiones para prescribir pruebas y estudios complementarios, de laboratorio, radiológicos o de otras índoles, en caso de encontrarse indicios de alguna patología, y/o la derivación a otras especialidades pediátricas correspondientes (como por ejemplo alergología, cardiología, cirugía, endocrinología, neumología, neurología, otorrinolaringología, etcétera).